Hoy es un buen Día, un excelente día, Dios Padre nos invita a un gran boda, nadie puede quedar afuera, todos estamos invitados.
Dios Padre nos llama a la gran fiesta del reino, vistamos nuestra mejor ropa, dibujemos una gran sonrisa en el rostro, porque la felicidad no se puede ocultar, Dios nos llama a vivir una gran fiesta, que la alegría este presente.
la alegría del Evangelio no puede parar, y para que corra y no se detenga «Prestemos nuestros pies al evangelio» Digamos si a la invitación que Dios nos hace, participemos de esta fiesta del Reino, no te quedes afuera!